Se acercan vientos de cambio, pero depende de nosotros la manera en la que los afrontamos. La Política Agraria Común (PAC) está a punto de renovarse. No les hablamos de un cambio sin más, sino de la modificación de las políticas más importantes y uno de los elementos esenciales del sistema institucional de la Unión Europea (UE). ¿Por qué? Entre otras cosas, porque “la PAC gestiona las subvenciones que se otorgan a los agricultores y ganaderos”.
¿Quieren saber de qué se trata?, ¿qué cambios trae consigo la nueva PAC?, ¿cómo va a influir en sus actividades?
Estamos aquí para contárselo.
Un recorrido por su historia
La PAC es un traje a medida cuya percha se traduce en los profesionales del campo. Desde su origen alrededor de 1950, estas políticas han experimentado una importante evolución. Empezó remarcando la unidad de mercado con libre circulación de productos agrarios y la solidaridad financiera, entre otras cosas, y continuó hacia los años 80 con el objetivo de poner solución al problema de la sobreproducción. Se redujeron excedentes y, por primera vez, “se hizo hincapié en una agricultura respetuosa con el medio ambiente”.
En 1999, la PAC se sumerge en su tercera etapa. En aquellos años, las políticas abren paso al desarrollo rural, fomentando algunas iniciativas rurales para ayudar a los agricultores en la reestructuración de sus explotaciones agrícolas, la mejora de la comercialización, etc. Es en 2005 cuando se introdujeron cambios en la manera en que la UE apoyaba al sector agrícola, pues se establece un “pago desvinculado de la producción”.
Los encargados de desarrollar estas políticas son conscientes de que algo necesita cambiar. Por ello, ya se están introduciendo novedades de cara a su entrada en vigor en 2021. Acostumbrados a seguir las remodelaciones sociales a través de los medios, “podemos llegar a creer que las cosas que suceden son totalmente ajenas a nosotros, y que lo único que podemos hacer es adaptarnos a las circunstancias”. Los cambios de la PAC vienen a atender las necesidades de un sector clave para la población.
2018 está siendo el año del cambio, pues hace apenas unos meses veíamos cómo se aplicaba el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y, ahora, el sector agrícola ya está viviendo numerosas novedades de la mano de la PAC. Por ejemplo: mayores ventajas para jóvenes agricultores, pues uno de sus objetivos es incorporarlos para apoyar e impulsar el relevo generacional. En definitiva, es importante que conozcan las últimas novedades para no caer en el incumplimiento normativo.
¿Se han quedado con alguna duda?
La PAC de cara a 2021
Algunos sitios web enfocados en la información agraria están haciendo eco de la entrada en vigor que, “en teoría”, debería llevarse a cabo a partir de 2021. Sea cuando fuere, ya podemos contarles algunos de los principales objetivos perseguidos por la PAC de cara al futuro:
- Permitir que nuestros agricultores y ganaderos puedan desarrollar su actividad de forma más sostenible. Eso sí, sin quitar la mirada de la necesidad de mantener la rentabilidad en las explotaciones.
- Mantener la unidad en el mercado y la igualdad en el tratamiento de los agricultores y ganaderos de la Unión Europea.
- Que los planes estratégicos no supongan una mayor carga administrativa, y que “los pagos directos mantengan su regularidad, sin que sufran retrasos indebidos al proceso de aprobación de los programas”.
No obstante, ¿qué retos tiene al frente la PAC? Podríamos decir que la seguridad alimentaria, el cambio climático, la gestión sostenible de los recursos naturales, la conservación del paisaje en toda la UE y el mantenimiento de una economía rural viva son las bases de sus mayores batallas.
¿Qué lugar ocupa la agricultura de precisión en la PAC?
Las necesidades del sector agrícola se han ido modificando y, como consecuencias, la PAC también. La evolución de estas políticas se ha extendido hacia la pedida de una PAC que apoye la nueva agricultura, como explica el portal web de Agro Técnica: “La próxima reforma de la Política Agraria Común (PAC) debe enfocarse a favorecer la inversión en soluciones de agricultura de precisión y herramientas digitales”.
Es el reflejo de un sector cada vez más actualizado, más moderno y más capacitado para aumentar la productividad y reducir los costes. Tomar decisiones inteligentes y documentadas es una acción que depende, en su mayoría, de los datos, y estos, a su vez, de la tecnología. Se trata, sin duda, de un enfoque inteligente para el sector en el contexto de los objetivos ambientales europeos, y los de producción de sus profesionales.
Tanto es así, que el presidente de la Asociación Europea de Maquinaria Agrícola (CEMA), Richard Markwell, ha afirmado lo siguiente: “La agricultura de precisión ayuda a agricultores a conseguir mayor producción de manera eficiente y sostenible, con precios asequibles gracias a la optimización de su productividad y rendimiento mientras minimizan el impacto en el medio ambiente”.
¿Serán estos los indicios del cambio?
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