PAC y agricultura sostenible, dos marcos inseparables

Nos encontramos ante una de las políticas más antiguas y controvertidas de la Unión Europea (UE). Tras varias reformas, desde su nacimiento en 1950, la Política Agraria Común (PAC) ha experimentado numerosas novedades, siempre ajustadas a la actualidad del sector. Ahora, los bancos y cajas de ahorro trabajan para su próxima entrada en vigor en 2021. Puede que las novedades que trae consigo atiendan a diferentes elementos, pero no nos cabe duda de la presencia tan relevante que tendrá la sostenibilidad.

¿Qué es la sostenibilidad?

En realidad, se trata de un concepto que alcanza a todos los sectores de nuestra sociedad. Nuestras generaciones, y las futuras, necesitan un bienestar global, y nosotros, como segmento relacionado con la agricultura, tenemos una importante labor que realizar. Cuando hablamos de sostenibilidad nos referimos a la necesidad de asumir que “la naturaleza y el medioambiente no son una fuente inagotable de recursos”.

Desde su nacimiento en el Informe Brundtland, publicado en 1987, el término de sostenibilidad se ha convertido en la manera más primordial de promover el desarrollo social “buscando la cohesión entre comunidades y culturas para alcanzar niveles satisfactorios en la calidad de vida, sanidad y educación”.

¡Actúe en el presente pensando en el futuro!

La PAC de 2021 apuesta fuerte por la sostenibilidad

De entre todos los objetivos establecidos por la PAC existe uno especialmente importante. Hablamos del desarrollo de la actividad de manera más sostenible por parte de nuestros agricultores y ganaderos. Son datos que recogemos de la propuesta de reforma de estas políticas presentada por la Comisión Europea en el pasado mes de noviembre.

El consejero de Agricultura y Medio Ambiente insistía en que “la voluntad mostrada por las autoridades europeas de garantizar en la UE el suministro de unos alimentos de calidad y respetuosos con el medioambiente deben guiar el diseño de una PAC que garantice la rentabilidad y la sostenibilidad de la agricultura europea”.

Aunque a primera vista pueda parecer algo lógico, estas políticas requieren un compromiso serio. Es más, sus implicaciones para la sostenibilidad de nuestro mundo ocupan un lugar esencial. Se persigue, así, un nuevo modelo de producción social y sostenible en un sector cada vez más actualizado.

Hacia 1987, Naciones Unidas ya alertaba de las consecuencias medioambientales negativas, a la vez que se buscaban soluciones. Han pasado 30 años, y el mundo sigue trabajando para contribuir a la sostenibilidad ambiental, social y económica.

Cuando hablamos de un paisaje sostenible estamos haciendo referencia, también, a los cultivos de cobertura que se siembran cada año para no dejar el suelo desprotegido, pues previenen la erosión y ayudan al mantenimiento del carbono almacenado y mejoran la fertilidad del suelo.

Así que, si tuviéramos que destacar algún punto en concreto sobre la agricultura sostenible, entonces me atrevería a hablar del uso de recursos no renovables de manera eficiente. Permite a los agricultores cultivar más utilizando menos agua para el riego.

Agricultura de precisión para una actividad sostenible

A lo largo de los años, las necesidades del sector agrícola se han ido modificando. Nuevas herramientas y técnicas han tratado de ajustarse a estos requisitos. El manejo tradicional de la agricultura se extiende hacia la precisión y el desarrollo de un sector cada vez más sostenible y competitivo.

La agricultura de precisión atiende a la gestión de las parcelas agrícolas en base a la observación, la medida y la actuación frente a la variabilidad inter e intra-cultivo. Para conseguirlo, se necesita el componente tecnológico, tal y como los sensores incorporados en drones y satélites, Sistemas de Información Geográfica (GIS), etc.

Gracias a estas herramientas, es posible poner en marcha la teledetección y obtener datos de interés sobre nuestros cultivos. Con ellos, actuaremos de una manera concreta y minuciosa. Para que nos entiendan, gracias a la agricultura de precisión es posible ahorrar costes de fertilizantes, pues simplemente se utilizan las cantidades necesarias en las zonas que lo requieren.

De este modo, puede que la agricultura de precisión se haya convertido en una interesante respuesta al cambio climático, la productividad, la seguridad alimentaria, el rendimiento, el uso preciso de los recursos hídricos, la reducción de la cantidad de agroquímicos empleados, y la sanidad agrícola.

En definitiva

La PAC de 2021 tiene como objetivo fundamental la sostenibilidad. Los bancos y cajas de ahorros ya están trabajando para atraer clientes y fidelizarlos, de manera que tienen en cuenta la reforma de estas políticas. Se acercan vientos de cambio, y la agricultura de precisión se está convirtiendo en un importante factor para contribuir a dicha sostenibilidad con las actividades agrícolas.

Basta con echar un vistazo a los sitios web de los principales bancos y cajas de ahorros para escuchar el eco de un sector que atiende, cada vez más de cerca, a los profesionales de la agricultura.

Y ustedes, ¿hacia dónde se están dirigiendo?

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