Así es la 4ª revolución (tecnológica) del sector agrícola

La vida, el mundo, las personas que lo habitan… Todos nos encontramos en continuo movimiento. Crecer y mejorar han sido desde siempre los dos eslabones a los que aspirar en cada uno de nuestros movimientos y acciones. La agricultura, como uno de los sectores que componen la sociedad, también busca el crecimiento y la mejora en sus procesos. Prueba de ello ha sido su evolución, pues basta con echar un vistazo a sus orígenes y compararlos con la agricultura de la actualidad. Les hablamos de revolución, de ese proceso que lleva implícito el cambio radical.

Así ha sido el de la agricultura…

Tres revoluciones y un solo objetivo

Al principio de este post les hablábamos de la evolución de la agricultura. Probablemente, muchos de ustedes hayan sido testigos directos de numerosos cambios en las actividades del campo, pero otros puede que hayan nacido en mitad de la tercera revolución, casi en el nacimiento de la cuarta. Sea como sea, en los últimos 100 años, el sector agrícola ha sufrido los efectos del cambio. Tres revoluciones han sido suficientes para convertir la actividad en lo que conocemos hoy.

Cuando les hablamos de revolución, no nos referimos tanto a la agricultura como tal sino a la propia industria. Ha sido en la cuarta fase en la que este sector ha comenzado a formar parte del entorno industrial. Hablamos de una agricultura 4.0 orientada a la producción en gran escala, algo que parece encajar con las previsiones del crecimiento de la población de cara a 2030.

Si echamos la mirada hacia atrás, podremos observar los pasos y los cambios que ha ido sufriendo la agricultura de cara a las diferentes revoluciones:

  • Agricultura 1.0: integra la mecanización y las máquinas de vapor de la mano de todas aquellas soluciones que, probablemente hoy, constituyan “estampas tan representativas como el tractor de vapor”.
  • Agricultura 2.0: trae consigo la electricidad y su inclusión en los trabajos cotidianos. Por fin comienzan a aparecer soluciones industriales para aumentar la capacidad de producción de las cosechas. Pongamos por caso los molinos de aceite.
  • Agricultura 3.0: la robótica y la automatización comienzan a trabajar en el escenario de la agricultura, principalmente para traer consigo las grandes máquinas que realizan labores de siembra, recogida, etc.

Pero, ¿cuál era el objetivo prioritario de estas tres revoluciones? Sin duda, mejorar.

Inmersos en la 4ª revolución de la agricultura

Como ya han afirmado algunos expertos, “la Cuarta Revolución Industrial comienza a tener presencia en el mundo agrario de la mano de las explotaciones inteligentes”. ¿Qué se busca? Aparte de mejorar, los profesionales del sector agrícola sienten la necesidad de interconectar las máquinas y los sistemas con el propio emplazamiento, aprovechar los avances tecnológicos y hacer de ellos un combinado perfecto para ser más precisos y rentables.

La eficiencia puede atender a diversos aspectos, pero cuando se trata de agricultura, solo puede anclarse en los sistemas de producción, en la optimización del uso del agua, fertilizantes y fitosanitarios. Así que, sin darnos cuenta, hemos desembocado en una auténtica agricultura de precisión en la que la información se convierte en el principal eje conductor de los procesos.

Como consecuencia de ello, han surgido nuevas herramientas basadas en teledetección, sensores, etc. Han dado lugar a una agricultura que viaja desde arriba hacia abajo, desde los drones y los satélites hasta los mapeados de suelo, entre otros. Puede que estas herramientas estén conquistando la agricultura desde el cielo para nutrir una plataforma big data capaz de recoger datos, almacenarlos, procesarlos y ser la base de nuestra toma de decisiones.

La importancia de almacenar y procesar los datos en la agricultura

Desde hace algunos años, la información se ha convertido en uno de los principales activos de la agricultura. ¡Quién nos lo iba a decir!

Los drones y los satélites están revolucionando el sector, y es que no es para menos, pues son capaces de ser equipados con sensores térmicos y multiespectrales de amplia cobertura. Además, las funciones de ambos instrumentos permiten que puedan ser combinados en función de la información que necesitemos obtener. La teledetección juega un papel importante en el procesado de los datos, pues ha sido la impulsora de las grandes bases de datos agrícolas.

{{cta(‘e364467b-1909-45f6-83a7-e100c376978c’)}}

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?