Puede que todavía no exista un vínculo estrecho entre el sector agrícola y el financiero, pero es indudable que podría llegar a existir. Ya hemos comentado en algún post cómo algunos bancos y cajas de ahorros han incorporado en sus segmentos Agro o líneas de negocio algunos servicios de agricultura, tal y como aplicaciones informativas sobre el sector, entre otras.
Sin embargo, los avances tecnológicos de la agricultura están trayendo consigo la posibilidad de proporcionar a los profesionales agrícolas plataformas de gestión de la información sobre sus parcelas. De hecho, en alguna ocasión les hemos mencionado AgroGIS, el lugar en el que entran en acción todos estos avances que les estamos contando. Sin duda, son los efectos de la cuarta revolución.
Así lo están viviendo los bancos y las cajas de ahorros…
El origen del vínculo
Como ya sabéis, han surgido los responsables de las líneas de negocio Agro de los grandes bancos y las cajas de ahorros. El sector financiero persigue un objetivo crucial, el de facilitar al sector agrícola el escenario informativo, así como de sus propias parcelas y explotaciones. El papel revolucionario de la tecnología en la agricultura ha traído consigo la posibilidad de crear plataformas big data nutridas por diferentes herramientas y aportar un lugar online desde el que gestionar y tomar decisiones precisas.
Se trata de una oportunidad perfectamente aprovechable por los bancos, pues con ella pueden ayudar al sector de la agricultura e incluso atraer y fidelizar nuevos clientes. Así, podríamos afirmar que se trata de un vínculo que nace de la propia agricultura 4.0, pues sin los datos no sería posible su desarrollo. Digamos que nos encontramos ante una nueva revolución agrícola. Un cambio capaz de acercar dos mundos alejados: el trabajo en la tierra y la gestión de los datos.
La agricultura 4.0 en el sector financiero
A primera vista pueden parecer dos mundos contrapuestos. Quizás, si encontramos alguna relación, puede que atienda a la financiación de la maquinaria, por ejemplo. Sin embargo, si profundizamos un poco más, puede que nos encontremos con la clave de este vínculo. La agricultura 4.0 nace como consecuencia de los avances tecnológicos, y los bancos y las cajas de ahorros encuentran, a su paso, un nicho de mercado en el que enfocarse. Quizás, no se trate tanto de ganar clientes sino de ayudarles a crecer y mejorar.
Quienes ya han apostado por aplicaciones como Globalcampo han depositado algo más que la toma de conciencia. Es decir, han invertido su confianza en los nuevos servicios agro del sector financiero. La información se ha convertido en el principal servicio de estas aplicaciones, y es que no podía pasar desapercibida en plena era de la información.
Los bancos y las cajas de ahorros han puesto toda su atención en estos profesionales porque saben que pueden reunir las herramientas que necesitan, y la aceptación de este paradigma puede resultar clave para la transición de las parcelas hacia el mundo digital. Las ventajas competitivas pueden aumentar, pues la novedad, la facilidad de uso y el coste económico son factores que propician su apuesta.
¿Quieren saber cuál es nuestra conclusión?
Las nuevas herramientas tecnológicas de la agricultura han traído consigo la cuarta revolución del sector. Hace años, fue la sustitución de la tracción animal por la mecánica quien incorporaba el primer paso revolucionario en la agricultura. Después, algunos descubrimientos hicieron posible la creación de fertilizantes para aumentar la productividad. Pequeños pasos fueron haciendo del mundo agrícola un paradigma más innovador, más actualizado y más moderno. Nos encontrábamos al borde de la agricultura industrial, un concepto que hoy desemboca en los conceptos 4.0., precisión e inteligencia.
Estamos a las puertas del cambio.
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