Satélites VHR (VERY HIGH RESOLUTION) vs Drones: teledetección, al fin y al cabo
En una época en la que las tecnologías están alcanzando su máxima democratización, cada vez son más las profesiones que perciben la necesidad de invertir en estos recursos y procedimientos. Lo hemos visto en sectores en los que se nos hace evidente echar mano de ellas. Pongamos como ejemplo las empresas dedicadas a la investigación científica.
Pero no hace falta irse tan lejos, pues la expansión tecnológica ya ha alcanzado al sector primario, donde los profesionales dedicados a las actividades agrícolas están tomando conciencia de su necesidad. Prueba de ello ha sido el paso de una actividad artesanal a una actividad global que busca soluciones tecnológicas para lograr el nivel más alto de eficiencia en el uso de los recursos naturales.
La tecnología ha aparecido para cumplir con ese papel, de manera que, a los profesionales del sector, todavía primerizos en algunas técnicas, les están surgiendo numerosas indecisiones. Hoy, le mostramos este artículo para resolver una de las dudas más frecuentes, cuando de herramientas rentables para gestionar su explotación se trata. Les hablamos de utilizar el dron y la imagen satélite, ¿opuestos o complementarios?
¡Suban y se lo contamos!
¿Tenemos claro lo que es un dron y una imagen satélite?
El mundo agrícola no solo está formado por agricultores. Profesionales de la ingeniería, así como agrónomos, biólogos, y responsables de compras de explotación agrícola, entre otros, forman parte de esta misteriosa actividad. Pese a que sus labores pueden presentar grandes diferencias, todos ellos tienen un punto en común: una agricultura sostenible que les permita aumentar el rendimiento y la productividad.
Lograrlo no solo depende de factores climatológicos, decisivos en este sector, sino que la única forma de superar el reto es incorporando las últimas tecnologías y servicios integrales de agricultura inteligente. Algunos de ellos ya lo han hecho, por eso se preguntan por qué unas veces se utilizan los drones y, otras, se hace uso de las imágenes satélites. Para aclarar esta cuestión, es necesario aclarar ambos conceptos.
La R.A.E. define el dron como una “aeronave no tripulada”. Si extrapolamos esta definición al mundo de la agricultura, podemos afirmar que los drones son herramientas que facilitan el trabajo de campo. El satélite, por su parte, se encarga de recoger automáticamente datos de forma diaria y de grandes superficies, siempre y cuando no haya nubosidad. En el caso de un cielo no despejado de nubes, o de superficies de hasta 1000 ha, es el dron quien proporciona los mejores resultados.
Dron e imagen satélite: un combinado tecnológico eficaz
El medio rural es, en parte, un ámbito protagonizado por una de las principales fuentes de alimentación: el cultivo. Las actividades agrícolas se desarrollan en grandes hectáreas de terreno en las que, a veces, es complicado hacer una buena gestión si no se cuenta con las herramientas necesarias. Ocurre, por ejemplo, con el uso de pesticidas.
Los drones han hecho posible la agricultura de precisión y han permitido ahorrar costes. Gracias a esta tecnología, los agricultores pueden conocer de forma rápida y eficaz las zonas de cultivo en las que se necesita fumigación, las áreas en las que escasea menos, y, mejor aún, fumigar sobre aquellos sectores concretos en los que sea preciso.
El uso de las imágenes satelitales de muy alta resolución (VHR) le permite ver un conjunto del terreno y obtener datos de ayuda sobre el mismo para hacer una evaluación y control de los recursos. Sin embargo, esta imagen general del conjunto puede ser mucho más precisa si se combina con el uso del dron, quien posibilita imágenes de mejor resolución espacial. Algunos profesionales del sector ya están aprovechando las características de ambos para combinarlas y obtener el mejor ejercicio. De esta forma, utilizan imágenes satelitales VHR (3 metros/pixel), con revisitas diarias, que después combinan con imágenes de drones de 1 cm/pixel, en estadios fenológicos críticos para los cultivos.
Es cierto que, dependiendo del fin para el que queramos usarlas, se recomienda una tecnología u otra, pero teniendo siempre presente que ninguna de ellas resta, sino que suma. A veces, no se trata tanto de tener que decidir entre dos opciones, sino más bien de saber combinarlas, pues las carencias de una pueden ser las virtudes de la otra. Por eso, el uso combinado del dron y las imágenes satélites se han convertido en una oportunidad real y eficaz para contribuir a la sostenibilidad y buena gestión de los cultivos.
La agricultura inteligente: un reto para el sector
Desde que se comenzaron a dar los primeros pasos en la agricultura, siempre ha existido la necesidad de producir más y gastar menos. Y es que no existe mejor forma de trabajar que ahorrando costes. Por eso, la tecnología ha venido a convertirse en una solución a los retos que el sector agrícola tiene impuestos en su lista de combate.
Las nuevas herramientas han propiciado la aparición de un nuevo concepto: agricultura inteligente. Está protagonizada por el uso de nuevos sistemas tecnológicos capaces de aumentar la sostenibilidad de la productividad y los ingresos agrícolas. Los productores y las grandes corporaciones luchan, día a día, para obtener mayor producción, aumento de la calidad, reducción de costes y la utilización óptima de los recursos disponibles.
Acabamos de mencionar las principales razones por las que las prácticas de la agricultura inteligente están creciendo en el mundo. Nadie quiere quedarse atrás, y quienes ya han apostado por ellas se encuentran un paso por delante de quienes todavía prescinden de su uso e implantación.
Resumiendo…
La tecnología ha cobrado una importancia real en casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. También lo ha hecho en el trabajo, donde los profesionales que gestionan la industria y el cultivo agrícola han comenzado a usarlas para afrontar sus principales retos, aunque ser más tecnológicos ya es un reto para ellos. El uso de drones e imágenes satélites les permite tener una imagen específica y amplia de los cultivos. Así, las nuevas tecnologías, no solo drones y satélites, sino también mapeado de suelos, sensores de tierra y planta, etc., ayudan a predecir y actuar de una manera concreta. El uso de cada una de ellas depende del fin, la necesidad y la información que deseamos saber. Hablamos del nivel más alto de la agricultura 4.0.
La gestión agrícola y la agricultura de precisión son el futuro de nuestros cultivos. ¡No te quedes atrás!
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