Las organizaciones echan de menos que no haya entrado la venta a pérdidas
La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha afirmado que el Código de Buenas Prácticas Mercantiles en la Contratación Alimentaria «abre una nueva era» en las relaciones comerciales y fomentará un sector más «equilibrado, competitivo y fuerte». Así lo ha destacado la ministra tras la firma del nuevo código, que han rubricado también la patronal alimentaria FIAB, Cooperativas Agro-alimentarias, las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, y la asociación de la distribución Asedas -no así Anged y ACES-. Según García Tejerina, el Código beneficiará a todos los eslabones de la cadena alimentaria y aportará más claridad, seguridad jurídica y equilibrio e innovación, al tiempo que mejorará la percepción de los alimentos entre los consumidores.
Tras agradecer el trabajo y esfuerzo de todos los sectores que han participado, ha recordado que el Código era el último aspecto que quedaba por desarrollar de la Ley de mejora de la cadena alimentaria, que ya puso en marcha la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) y el Observatorio de la Cadena.
Una ley que ha sido,, ha resaltado, la primera en sus características de toda la Unión Europea (UE) y que servirá incluso de referente a nivel comunitario, según han indicado al Gobierno español desde la Comisión y el Parlamento europeo.
Con objeto de mantener actualizado, interpretar y determinar el alcance de las cláusulas del Código, se constituirá una Comisión de Seguimiento integrada por los Ministerios de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y de Economía y Competitividad, así como los representantes de los agentes de la cadena alimentaria.
Más claridad para los contratos y acuerdos comerciales
Entre los compromisos generales que asumirán los operadores, se establecen la claridad y concreción de los contratos y los acuerdos comerciales; la lealtad en el intercambio de información, las actitudes equitativas en la transferencia del riesgo y de responsabilidades y la no imposición en sus contratos de condiciones o exigencias injustificadas, según el Ministerio.
Los operadores de la cadena se comprometen a asumir una serie de prácticas en relación a aspectos clave como la negociación comercial, los contratos, el impulso de la mediación como método de resolución de las discrepancias, la gestión de categorías y la innovación.
El director general de Asedas, Ignacio García Magarzo, ha confiado, en declaraciones a los medios, en que las empresas se adhieran ahora al Código -de carácter voluntario-, ya que permitirá solucionar problemas de manera más rápida y eficaz. El Código trata de buscar «un punto de equilibrio» entre los eslabones y «aislar» prácticas que no ayudan al objetivo, ha indicado García Magarzo.
Cooperativas lamenta la ausencia de alguna organización de la distribución
Por su parte, el director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo, ha subrayado que dará instrumentos a la cadena para hacerla más equilibrada y competitiva.
García de Quevedo ha destacado que, una vez que se adhieran las empresas a título individual, podrán ir resolviendo las diferencias que vayan saliendo en la cadena alimentaria. El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias, Ángel Villafranca, ha valorado que se dé un paso definitivo con esta firma.
Ha echado en falta, en cambio, que no lo hayan firmado dos organizaciones «importantes» de la distribución (Anged y ACES), lo que a su juicio «pone en evidencia la falta de consideración hacia sus consumidores».
Las organizaciones echan de menos que no haya entrado la venta a pérdidas
El secretario general de Asaja, Juan Sánchez Brunete, ha considerado positivos los avances del código en asuntos como la regulación del pago a proveedores, aunque «no les gusta que no haya entrado la venta a pérdidas», y ha pedido al Gobierno que «presione a las industrias cuando haga falta», cuando hay «injusticias».
El secretario general de COAG, Miguel Blanco, ha mostrado su apoyo al Código a pesar de sus «lagunas», ya que no avanza, en su opinión, en la venta a pérdidas, ni en la eliminación de los productos «reclamo», y no se define bien el pago «a 30 días» de los productos perecederos, para evitar interpretaciones.
El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, ha defendido también que se siga mejorando el Código en el futuro, para perfeccionarlo, para que los productores tengan precios justos que les permitan «vivir con dignidad» y que haya «sanciones» para que los incumplimientos de la legislación «no salgan gratis».
Fuente | Agroinformación