Seguramente, recuerde todas aquellas veces que le hemos querido hablar de la teledetección. Desde su nacimiento como forma de detectar la información que se produce sobre la superficie terrestre, este fenómeno ha sido aprovechado por distintos sectores en la sociedad. No es para menos, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de ventajas que aporta. La agricultura es uno de ellos, y, como consecuencia, también se está dejando ver en las tareas de las líneas de negocio agrícola. En este post queremos poner un ejemplo real de esta conexión.
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El origen de una historia entre la teledetección y los seguros agrarios
La sequía es un punto que nos preocupa a todos. Hace un par de años, el laboratorio LATUV se encargó de realizar algunos estudios sobre la teledetección incluidos en el Plan de Seguros Agrarios Combinados. Entre los distintos tipos de seguros nos encontramos con los de sequía en pastos, sequía e incendios en apicultura, etc. La herramienta de la teledetección se ha convertido en un arma poderosa para detectar el nivel de sequía y emprender acciones resolutivas.
Un claro ejemplo de esta unión
La naturaleza es diversa y la flora que aprovechan las abejas puede ser afectada por la sequía. ¿Qué significa esto? Las lluvias están siendo muy escasas durante los últimos años. El déficit de sequía ha aumentado considerablemente, de manera que la producción agrícola y silvestre ha sufrido las consecuencias. La apicultura y la polinización de las cosechas son dos tareas estrechamente relacionadas y muy importantes, especialmente por los beneficios de la miel y la jalea real. Además, sus ventajas se extienden también hacia el lado económico y productivo.
Según estudios realizados en el XI Congreso Nacional de Teledetección en 2016, “dada la alta variabilidad espacial y temporal de las fenologías de las distintas floraciones que ocurren a lo largo de todo el territorio nacional, y la dificultad que tiene la descripción y el análisis de los eventos de sequía por medio de medidas ‘in situ’, es obligado servirse de una herramienta que permita obtener de forma instantánea y en cualquier parte del territorio nacional, por remota que sea, una información con gran cobertura espacial y temporal. Esta herramienta es la “Teledetección Espacial”.
Los bancos han logrado convertirse en el escenario perfecto para que la teledetección y los seguros agrarios bailen de la mano. En el caso de la apicultura, su papel es fundamental por tratarse de una actividad pecuaria que ha ganado importancia e interés para el desarrollo rural y el equilibrio ecológico, entre otras cosas.
¿Cuál es el objetivo de estos seguros agrarios?
Las producciones agrícolas se desarrollan sin dejar de lado los riesgos que pueden afectarles. Precisamente por ello, en algún momento de la historia se decidió crear los llamados seguros agrarios, o seguros agrarios combinados. Son los encargados de cubrir los daños producidos en riesgos asegurables, como la gota fría, los hielos, la nieve, los pedriscos, los incendios, aunque todo depende también del lugar en el que se encuentre la explotación y las especies que se han cultivado. Pero no son los únicos seguros que gestionan los bancos y cajas de ahorros, pues existen otros tipos que se enfocan en el rendimiento y en el ámbito pecuario.
De esta forma, el sector financiero no solo se ha convertido en un importante respaldo para las actividades agrícolas, sino que también son el punto de unión con la agricultura 4.0 gracias al uso de herramientas como la teledetección.
Por todo esto, en Conapa creemos que caminar de la mano de los avances tecnológicos ayuda a seguir avanzando hacia nuestros objetivos. Si puede imaginarlo, puede lograrlo.
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