La certificación del vino a favor de la sostenibilidad medioambiental

Viñedos en la DO Rueda. Foto: Bodegas Menade

Viñedos en la DO Rueda. Foto: Bodegas Menade

Isabel García Tejerina anima al sector a conseguir la certificación WfCP y a registrar su huella de carbono, lo que ayudará a su competitividad y a la calidad de las producciones. La ministra asegura que es pionero.

La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha destacado que la nueva certificación Wineries for Climate Protection (WfCP) permitirá al sector del vino situarse como referente de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático. La Federación Española del Vino (FEV), en colaboración con el Magrama y la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), han organizado una jornada en Madrid para dar a conocer la nueva certificación.

Tras apuntar el carácter pionero de la iniciativa, la ministra ha animado al sector a certificarse y, además, a registrar su huella de carbono, lo que ayudará también a la competitividad de la industria, ya que se añade, a la “excelente” calidad de las producciones, el valor que representa esta vocación de sostenibilidad.

García Tejerina ha reconocido además a las bodegas que han solicitado su inscripción el citado registro de huella de carbono, “una iniciativa lanzada a lo largo de estos años por el Gobierno para que las empresas evalúen, cuantifiquen y puedan adaptarse”.

Beneficios y ventajas

Ha destacado que, además de los beneficios que aportan a la sociedad en su conjunto, las empresas que certifiquen su huella de carbono podrán acceder de forma prioritaria a la financiación del Ministerio, lo que responde a la política del Departamento por incentivaruna economía baja en emisiones.

También ha animado a las empresas y ciudadanos a que se sumen a la iniciativa “un millón de compromisos por el clima”, en un momento crucial, a pocos días de celebrarse la cumbre de París. Ha resaltado que la viticultura es un sector que debe adaptarse al cambio climático, aunque ya contribuye positivamente como “sumidero” de dióxido de carbono.

La ministra ha subrayado el carácter “estratégico del viñedo”, con un millón de hectáreas, 550.000 explotaciones, 18 millones de jornales y más de 4.000 bodegas que han permitido unas ventas netas de 6.000 millones de euros en 2014 y 2.800 millones en exportación, lo que supuso un récord histórico para España.

El inicio de un nuevo camino

El 9 de junio de 2011, con la firma de la Declaración de Barcelona, el sector vitivinícola inició un nuevo camino hacia una vitivinicultura que trata de paliar los efectos del cambio climático y puso de manifiesto su compromiso con el desarrollo sostenible. 

También ha liderado un movimiento internacional que en 2015 se ha plasmado en una iniciativa pionera en el sector que permite calcular de manera medible el compromiso de las bodegas con la sostenibilidad y la protección del clima: la certificación WfCP.

Según ha explicado el presidente de la FEV, Christian Barré, la certificación WfCP está orientada a la mejora continua y a la sostenibilidad de las bodegas en cuatro pilares: reducción de emisiones; energías renovables y eficiencia energética; reducción de residuos y gestión del agua.

La certificación WfCP está orientada a la mejora continua y a la sostenibilidad de las bodegas

La evolución climática

Barré ha recordado que las bodegas son uno de “los mejores sensores” para detectar la evolución climática y de las temperaturas y también tienen plena conciencia de que los cambios pueden afectar a la calidad y a la posición competitiva de los vinos. Integrar la variable climática tendrá ventajas reputacionales y también competitivas para las bodegas, ha explicado la directora de la OECC, Valvanera Ulargui. 

Ulargui ha valorado que las empresas agroalimentarias ayuden a construir un nuevo modelo económico bajo en emisiones. ”Somos el sector que más percibe los efectos del cambio climático y por eso estamos decididos como nadie a luchar contra él”, ha añadido el coordinador del grupo técnico WfCP de la FEV, Eduardo Mas, tras destacar que cada vez son más consumidores y distribuidores de vino que se interesan por estos factores, por lo que hayrazones “comerciales” o de mercado para certificarse.

Por su parte, Aenor ha sido el agente que ha colaborado para impulsar esta certificación, velando por “la credibilidad” del sistema y que éste tenga un esquema “robusto y verificable”, ha indicado su director de Desarrollo de Negocios, Manuel Romero.

El director de la Fundación Economía y Desarrollo (Ecodes), Víctor Viñuales, ha instado a las bodegas concienciadas a que “animen” también a proveedores y clientes a contribuir a la tarea “titánica” de luchar contra el cambio climático. Un objetivo -ha dicho- en el que “todos debemos ir de la mano” y no solo Gobierno, empresas u ONGs.

El certificado WfCP está alineado además con el “Objetivo Triple 20″ de la Unión Europea para 2020 y permitirá sentar las bases para la utilización de un logotipo que acredite a la bodega como un proveedor sostenible y permita comunicárselo al consumidor y al resto de los agentes de la cadena en España y resto del mundo

 

Fuente | Efeagro

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